Ana era una chica timida, callada y solitaria y estaba siempre sola en su casa, ya que sus padres trabajaban a sol y sombra. Se habia criado con su vecino Frandesde que eran unos enanos... Llevaba tiempo sintiendose confusa e indecisa con respecto a que podia estar sintiendo algo por su permanente vecino. El era de pelo oscuro y ojos marrones café y la verdad, también tímido al igual que ella. Tres dias despues de estar pensando en como podria decirselo, se animó y le dijo por SMS que lo esperaba en el parque que hacia esquina en su calle, a las 5.30 de la tarde. El, por su parte tambien sentia que cada segundo, cada minuto, cada hora y cada dia que compartia su vida junto a ella, iba agrandandose su amor por ella, no solo a nivel de amistad, si no a nivel de amor pasional... -Tengo que contarte que me pasa, es algo tal vez raro, y puede que no te guste, Fran...- -Qué pasa...- -Desde que eramos peques, llevo sintiendo algo por ti que ya llega hasta cierto punto de que se me sale del pecho, veo en ti el amor de mi vida, lo mas bonito, lo mas adorable...- -Ay Ana... Tal vez lo que ves en mi, no es lo que los demas pueden ver, pero me demuestras que tu lo ves desde el corazon... Te quiero, y simplemente, no me gustas... Me encantas...- Despues de aquellas palabras, juraron con un eterno beso, amarse siempre no con los ojos que ven el exterior, si no con los ojos que ven el interior, los ojos del corazon.